Padmasambhava y los orígenes del Budismo en Tíbet


El budismo llegó al Tíbet gracias al Gurú Indio Padmasambhava en el siglo VIII, posteriormente se extendió a Sri Lanka, China y otros lugares en Asia. 
El Tíbet anterior a la llegada de las enseñanzas de Buda practicaba las religiones Bon y Gcug, ambas con raíces chamánicas. El país se encontraba sumido en guerras y discordias, así como en prácticas mágicas y esotéricas. El emperador del Tíbet, Trisong Detsen, solicitó la presencia del gran Maestro Padmasambhava, quien llegó al Tíbet y lo pacificó rápidamente, haciendo reinar la armonía.
El legado del Buda Shakyamuni y la intervención de Padmasambhava, generaron un cambio existencial en la manera de ser y vivir de los tibetanos, que comenzaron a andar el camino del trabajo introspectivo y la búsqueda del conocimiento interior.
Se cree que Padmasambhava apareció una noche en las aguas del lago Dhanakosha, en aquel país reinaba por entonces el anciano Indrabhuti, ciego y sin descendencia, quien esa misma noche se vio en sueños igualmente iluminado por una luz intensa y extraña, portando en la mano derecha un rayo de oro. A la mañana siguiente, un sacerdote llamado Trikna Shin, le informó de la aparición en el lago de la “luz que ilumina los tres mundos”. El rey se dirigió sin perder un segundo hacia sus aguas, seguido por la corte en pleno. Al borde del lago, frente al niño iluminado por la luz más verdadera, el anciano rey recuperó la vista. 
El rey lo adoptó y le puso el nombre de Sarouha Vajra (rayo que surge del lago), educándolo como si se tratara del hijo que nunca tuvo. Pasados los años, el joven se desposó con una princesa llamada Vashadara, pero el matrimonio terminó cuando Padmasambhava sintió la ineludible llamada de su destino y decidió retirarse del mundo.
Pasó muchos años recorriendo países y monasterios, estudiando los textos búdicos y, según los relatos, fue en el país de Cachemira donde le dieron el nombre de Padmasambhava. El rey de Lahore, consiguió que se casara con su hija Mandamara, un día su casa fue incendiada, las historias tibetanas cuentan que Padmasambhava surgió de entre el fuego en la posición de loto, meditando, sin sufrir el menor daño, ese es su primer milagro conocido.
Se sabe que Padmasambhava escondió un número de tesoros religiosos (termas) en Lagos, cuevas, campos y bosques de la región del Himalaya para ser encontrados e interpretados en el futuro por Tertöns o buscadores espirituales de tesoros. De acuerdo con la tradición tibetana, el Bardo Thodol (comúnmente denominados El Libro Tibetano de los Muertos) fue uno de estos tesoros ocultos, posteriormente descubiertos por un Tertön tibetano, Karma Lingpa.
Envuelta en misterio y mito, la historia de Padmasambhava, lo cierto es que es quien introdujo el budismo a Tíbet y quien lo unificó en la práctica interna que busca la iluminación por el más alto bien de todos los seres sintientes.

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